El enjuague bucal está aprobado por la Anmat como producto de higiene oral de grado 2 —además de las más importantes entidades regulatorias de diferentes países— y se comercializa desde mediados del año pasado en el país. Fue desarrollado íntegramente por Brix Medical Science en la Argentina y patentado por Brix USA LLC. Se produce en la Argentina desde mediados del año pasado y, hace cuatro meses, bajo licencia en México.
No se trata de una medicación específica para el Covid, más allá de los resultados que el estudio internacional muestra.(el informe del que participaron científicos y universidades de España, Italia, Estados Unidos, México y Colombia, y que fue publicado en la revista científica Healthcare)
Juan Ignacio Zagari, director Global de Negocios de Brix USA LLC, explicó a LA NACION que al inicio de la pandemia los consultores internacionales con los que trabajan les pidieron pensar en un producto para “cuidar” a los odontólogos por el alto nivel de riesgo que presenta su tarea. En el mercado los productos existentes tenían propiedades antibacteriales, no contra la actividad viral (los que la registraban, era en niveles muy bajos).
El laboratorio realizó investigaciones con la cátedra de Bioquímica y Farmacia de la Universidad de Buenos Aires tomando como base el virus del herpes simple que es “idéntico” al del SARS-CoV-2 desde el punto de vista de la membrana que lo recubre. El resultado del desarrollo marcó un éxito del 99,9%.
“Se probó que el enjuague rompe la membrana en 30 segundos, el virus queda expuesto, se inactiva y pierde la capacidad de replicarse, de infectar células y de transmitirse entre las personas”, señaló Zagari, que enfatiza que “de ninguna manera” están planteando que se abandonen los protocolos vigentes “sino que esto se podría sumar”.
Las pruebas directamente sobre el virus las realizaron en la Universidad Simón Bolívar de Barranquillas, en Colombia, y la eficacia demostrada fue la misma.
Capacidad de replicarse
El estudio de Healthcare lleva las firmas de Héctor Rodríguez-Casanovas; Manuel de la Rosa; Yesit Bello-Lemus; Giulio Rasperini y Antonio J. Acosta-Hoyos. Los científicos concluyen que el colutorio “destruye la membrana fosfolipídica del virus con una eficacia mayor al 99,99, inactivándolo y así, logra que pierda su capacidad de replicarse, infectar células y de transmitirse a través de microgotas de saliva”.
La saliva de pacientes con Covid-19 contiene una elevada carga viral del virus SARS-CoV-2 y el riesgo de propagación es muy alto. En el estudio publicado se utilizaron hisopados nasofaríngeos positivos de Covid-19, medidos por RT-PCR para la actividad del virus en una proporción 1:1, con un tiempo de incubación de un minuto.
En el estudio se compararon diferentes formulaciones de colutorios y “se demostró que el D-limoneno bioencapsulado es el responsable de mas del 95% de la efectividad”. El texto indica que “una vez realizado el enjuague por 30 segundos, la carga viral en boca, disminuye hasta por cinco horas gracias a la sustantividad de sus componentes”.
Para los firmantes del informe los hallazgos serían “extrapolables a todas las variantes de SARS-CoV-2, las que preocupan a la comunidad científica internacional ya que aumentan la transmisión del virus causante de la Covid-19″.
El español Rodríguez Casanovas considera que demostrar la eficacia del D-limoneno bioencapsulado con la EBE Technology frente al SARS-CoV-2 es “muy importante” ya que “actualmente variantes como la ómicron preocupan mucho” por su “elevada transmisibilidad generando contagios a través de microgotas de saliva”.
Fuente: La Nación.