Corrientes - Al menos 25 egresados de la promoción 1973 de la Escuela de Odontología de la Universidad Nacional del Nordeste celebró sus 50 años con un brindis y la colocación de una placa conmemorativa en el Salón Azul del Centro Cultural Universitario, ubicado en la esquina de Córdoba y 9 de Julio, antigua sede de la carrera y que vio surgir a los mejores profesionales de la región. Los doctores Alberto Slobayen, Rosita Buscaglia y Julio Esperol compartieron con El Litoral sus recuerdos y la gesta que lideraron para lograr que la Escuela de Odontología se convirtiera en Facultad.
"Con ganas de seguir luchando, de encontrarse con amigos de muchísimos años, hay algunos que no veíamos hace tiempo. Algunos están muy bien, otros que ya no nos acompañan, porque los años pasan, pero estamos felices de estar acá. Es un honor ser parte de la Universidad Nacional del Nordeste", dijo Slobayen.
“Es algo muy lindo, me emociono. Estamos acá con compañeros que vinieron de distintos lugares del país. Son 50 años de la toma de la facultad, nosotros siendo estudiantes tuvimos un acto importante dentro de lo que fue la trayectoria de la universidad, por una pequeña situación que se daba con respecto a los alumnos que estábamos cursando las últimas materias. Teníamos que hacer exámenes teóricos y prácticos. Se plantea a las autoridades y existe un desacuerdo y entonces, se hace una gesta muy importante que duró tres meses y el único lugar que tiene toda la gesta recopilada es el diario Litoral", contó Rosita Buscaglia
"Esa gesta nos permitió a nosotros, alumnos de esa promoción, lograr que esto que era la Escuela de Odontología se convierta en Facultad. Por eso, hoy le colocamos la placa a este edificio que nos cobijó durante cinco años y se transformó en Facultad de Odontología", agregó.
"Somos la gloriosa promoción de 1972 egresados en 1973. Es una emoción tremenda la que sentimos porque no solo estamos entre todos los compañeros sino que tuvimos la suerte de que nos acompañen algunos de los profesores que tuvimos, que fueron los que nos enseñaron y nos prepararon para el ejercicio de la profesión. Estas cuatro paredes que nos albergaron durante tantos años nos provoca un estado de emoción impresionante.
El compañerismo, la amistad perdura hasta hoy y seguimos juntándonos", explicó Esperol